martes, 5 de octubre de 2010

Normalizar lo impensable; Asumir lo in asumible

Todos los políticos al llegar al poder se corrompen”, “ya no hacen falta esas cosas para las mujeres, somos iguales en todo”, “yo no puedo hacer nada, ellos son los que deciden y hacen por mi”, “en mi empresa me han pedido que ponga por escrito si voy a hacer huelga o no”,  “tengo suerte, al menos tengo trabajo”, “los inmigrantes vienen a quitarnos lo nuestro, primero nosotros y después ellos”…

Estas frases, y muchas más, las hemos oído numerosas veces, y por más que las escucho no paro de sorprenderme con la naturalidad con la que hemos incorporado el conformismo a nuestras vidas, y dando por sentadas afirmaciones que ningún rigor tienen.

Estamos llegando a un punto en el que no nos preocupamos por la calidad del empleo, sino por tener empleo (da igual que sea más o menos precario, y mucho menos nos importa, si el mío tiene mejores condiciones que el de al lado); resulta que las mujeres ya hemos logrado la igualdad real de derechos y oportunidades, cuando seguimos siendo uno de los sectores poblacionales con mayor temporalidad y precariedad en nuestro sistema laboral; nos piden que nos sintamos identificados con nuestra Democracia, contando sólo con nosotras una vez cada 4 años, para votar, el resto del tiempo mejor calladitas, eso de participar en los procesos políticos y de toma de decisiones es cosa de rojeras. Tienes derecho a la huelga, eso sí, ponlo por escrito, y si quieres venir a trabajar ese día te mando un taxi a la puerta de tu casa… qué grandes y bondadosos son muchos de nuestros empresarios, he tenido que escuchar estos días que los jefes ya no cohibían la libertad de apoyar la huelga, que eso era agua pasada, sin embargo, hace 2 días una mujer a la que conocí ese mismo día me comentó que en su empresa no permitieron ejercer el derecho a Huelga a nadie…claro, agua pasada, y además ahora en vez de encerrarte en la fábrica te dejan pasar la noche del día anterior en el lugar de trabajo, eso no cuenta como coacción, por supuesto.

España “siempre” ha tenido una bolsa estructural de parados y paradas, pero en los últimos años ha crecido notablemente como bien sabemos, esto ha hecho no sólo que muchas familias vean reducido su poder adquisitivo sino que el fantasma del paro recorra cada casa, lo cual hace que se acepten trabajos cada vez más precarios, y aquí es la población joven la que se lleva la palma en este sentido. Hemos escuchado al PP hablar de crear empleo, al propio PSOE, que tiene en sus manos esta posibilidad y con la reforma lo deja casi de lado y se centra en el despido, pero de qué tipo de empleo hablamos??? Me da que estamos en mundos paralelos…

Abrimos un periódico y en seguida leemos noticias con casos de corrupción de nuestra clase política por todo el país y nos llevamos las manos a la cabeza, sin embargo, cuando se pregunta a la ciudadanía por este tipo de hechos lo dan por sentado y por inevitable, debe de ser algo que se lleva en la sangre entonces…  nos quejamos mucho de la justicia, los políticos, las instituciones, etc, pero lo que sí está en nuestra mano es alzar nuestra voz diciendo bien claro lo que no nos gusta y nos parece injusto.

Injusto es que una mujer cobre menos por el mismo trabajo que un hombre, injusto es que una persona no pueda sumarse a la huelga por miedo a represalias, injusto es que una familia tenga que cruzarse medio mundo en busca de una mejor situación económica y social y se encuentre con el rechazo, racismo y xenofobia de muchos y muchas, con el rechazo en variadas ocasiones hasta del propio sistema.

La injusticia no es normal, hay que combatirla.

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