Según el último informe sobre juventud de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) la tasa de desempleo juvenil en nuestro país triplica la tasa mundial, llegando al 40% del total de la juventud que busca activamente empleo. Este dato es una realidad que resulta especialmente significativo si se tiene en cuenta el contraste de los niveles formativos de la juventud española del siglo XXI respecto a la de sus padres, del que cabría esperar una mayor integración laboral.
Así mismo, según el informe del 2º trimestre de la EPA del 2010, en la Comunidad de Madrid, el número de jóvenes parados queda situado en 185.100 personas, estando la tasa regional de paro juvenil en el 26,40%, 5,52 puntos menos que la tasa de paro juvenil estatal. La tasa de los hombres está en el 29,07% y la de las mujeres en el 23,51%. Mientras, en el resto de Europa en el mismo período, la tasa de paro juvenil no llega al 10%.
Somos la GENERACIÓN MEJOR FORMADA y a su vez, CADA DÍA MÁS PRECARIA. Hablan de más de 700.000 jóvenes menores de 25 años que conforman la generación NI-NI (ni trabaja, ni estudia) y dan por supuesto que al no cotizar no trabajan y viven de las rentas de sus padres. Sin embargo, se calcula que en España hay más de un millón de empleos en el mercado de trabajo sumergido, el cual debe de ser investigado y sacado a la luz.
Es más sencillo culpar a la juventud que limpiar el propio sistema de especuladores. Ante esto tenemos que reivindicar la Generación SI-SI: Sí trabajamos, Sí estudiamos, Sí nos comprometemos, y Si nos importa nuestro futuro.
Somos la generación Sí-Sí: El problema no somos nosotros, sino en la estructura productiva y el mercado de trabajo. Ahora tendremos que empezar a trabajar ininterrumpidamente desde los 24 años hasta los 67 para poder acceder a una pensión digna.
La generación SI-SI decimos NO a la precariedad juvenil, SÍ a una Educación Pública de calidad. Sí a un empleo de calidad y SÍ a poder disfrutar de nuestro tiempo libre, que para eso trabajamos el resto del tiempo.
Ahí queda esto!
